Soy una enamorada de esta raza.
Desde mi primer Oso de Carelia hasta ahora, han pasado más de once años y nunca me hubiera imaginado que llegaría un día que estuviese rodeada de todo un careliano.
Kyros de Atxarrea, que así se llama mi primer carelia, aún está conmigo y juntos hemos pasado de estar los dos solos a formar en poco más de dos años toda una familia de carelias.
En este recorrido debo mucho a las personas que sin saberlo ellas me han hecho que tenga un sentimiento especial por esta raza. Y que nunca hubiera pensado que me podría cambiar tanto.
Mi especial agradecimiento es para Stefano Schiavo (handler y criador) que me regaló a su perrita para que pudiera tener mis propios cachorros, nunca podré agradecérselo lo suficiente, porque con la llegada de Lily me cambiaron mucho las cosas; no sólo he podido tener mis propios cachorros sino que he empezado mi esfuerzo por el reconocimiento de esta raza. Una raza que me ha enamorado por su belleza, inteligencia, tenacidad y fidelidad. De Stefano me ha cautivado su profesionalidad y el amor por sus perros por encima de todo. Espero que algún día vea que sus consejos me han servido para realizar un buen trabajo.